miércoles, 24 de febrero de 2016

Los juguetes sexuales no son "en vez de", sino "además de"

Más de la mitad de las mujeres ya utilizan juguetes sexuales

Hace ya tiempo que la moda del tuppersex y las reuniones eróticas a domicilio cambiaron el escenario sexual de las españolas. En el punto de mira un claro objetivo: disfrutar del sexo. Con o sin compañía.

Sabemos que para conseguirlo hay que desterrar tabúes y falsos mitos, prejuicios insanos y el pudor, pero también que podemos (y debemos) echar mano de todo aquello que nos ayude a alcanzar el clímax, sin sentirnos culpables por ello.
           
Quedar para compartir experiencias con estos productos.

Si no se consigue llegar al orgasmo ni con la penetración ni con la estimulación manual tenemos todo un arsenal de productos eróticos que nos llevaran al orgasmo. Y es que, sin duda, los juguetes sexuales se inventaron por y para las mujeres. Con ellos puedes aprender a disfrutar del sexo y llevar una vida sexual con prácticas saludables.

Vibradores, bolas chinas y aceites corporales estimulantes son los productos preferidos por las mujeres que quieren mejorar su vida sexual, según   los datos que arroja Dolce Love, la primera cadena de parafarmacias eróticas de Europa.

De hecho, el 80 por ciento de los clientes de las sex shops son mujeres y 6 de cada 10 españolas de 20 a 45 años usan juguetes sexuales en sus relaciones sexuales.

Cada vez entramos con más naturalidad (y asiduidad) en las tiendas eróticas porque hemos entendido que las relaciones sexuales no se limitan a nuestros genitales ni a lo que nuestras parejas hacen con ellos.
Un vibrador, por ejemplo, no sirve solamente para penetrar. Puede ser un masajeador con vibraciones que estimule cualquier parte del cuerpo, desde los genitales, pasando por los pechos, el abdomen y hasta las orejas.

Los juguetes eróticos son una parte fundamental en las relaciones sexuales. Son divertidos, tienen propiedades muy beneficiosas, tanto a nivel físico (anorgasmia, falta de deseo) como a nivel psicológico, y además unen a la pareja mucho más en el plano sexual.

Es una buena forma de salir de la rutina y aumentar la creatividad en las relaciones sexuales. Además, a los chicos les ayuda a ver más allá de su pene y a centrarse en el placer de su pareja.
Para las mujeres jóvenes este aparatito es algo normal en sus vidas, no se avergüenzan de usarlo y lo tienen bien a mano, en la mesita de noche, junto a los condones y el vaso de agua. Forma parte de sus vidas y es como comprarse ropa, perfumes o lencería. 



A las mujeres nos gusta comprar (este sí es un mito verdadero, lo tenemos asumido) y a hora de hacerlo somos muy exigentes (por no decir plastas de campeonato). Inspeccionamos todo desde el diseño, el color, el olor, el sabor, las sensaciones, rugosidades, intensidades y velocidad, etc. Hablar, comentar y comparar con las amigas, ¡nos encanta! 
Lo único que tienes que tener en cuenta es que es imprescindible una   correcta utilización, mantenimiento e higiene de estos productos para evitar infecciones vaginales.

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