jueves, 31 de marzo de 2016

UNA ENFERMERA PIERDE SU TRABAJO POR PUBLICAR FOTOS DEL PENE DE UN PACIENTE POR SNAPCHAT


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Kristen Johnson no ha podido meter más la pata en su corta carrera profesional. Esta ex enfermera de 27 años de edad ha admitido que fotografió el pene de un paciente que se encontraba inconsciente y envió la imagen a sus amigas a través de Snapchat. Esta app permite compartir con amigos y  seguidores fotos y vídeos que luego se autodestruyen a los pocos segundos.
La joven debió pensar que sus fechorías no iban a ser descubiertas gracias a esta función de autoborrado, pero se equivocaba. El pasado mes de mayo fue detenida después de una investigación que duró nueve meses.
Johnson, que trabajaba en el hospital Upstate University de Syracuse (Nueva York, Estados Unidos) no solo compartió imágenes de las partes nobles de las personas a las que se supone estaba cuidando, sino que también grabó a una compañera limpiando la sangre de una mujer discapacitada.
Aunque en un principio Kristen solo compartía este tipo de contenidos con amigas y compañeras de su universidad, poco a poco se fue creciendo y añadió en Snapchat a sus colegas de trabajo, que en vez de reírle las gracias decidieron denunciarla a la gerencia del centro.
En un primer momento, las autoridades acusaron a la mujer de dos delitos de humillación a personas incapacitadas en segundo grado y otro delito por difusión de imágenes personales, según informa la cadena de televisión WRGB. Pero al declararse culpable de los hechos, solo ha sido condenada por el último delito.
Como parte del acuerdo judicial al que ha llegado su abogado,  Kristen Johnson ha tenido que entregar su licencia de enfermera y deberá pasar tres años en libertad vigilada. Si durante este periodo de tiempo comete un delito, irá a prisión, según informa el Washington Post.
William Fitzpatrick, el fiscal del caso, asegura en el mismo medio que “aunque parezca mentira, la difusión sin permiso de las partes íntimas de una persona es delito, y debe ser castigado”. Toda una advertencia para la generación Snapchat, acostumbrada a enviar material íntimo sin reflexionar mucho sobre si es adecuado o legal.

miércoles, 30 de marzo de 2016

MIRA EL SEXY VIDEO DE LA BELLA ISABELLA


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Si tu cama se parece más a un concierto de vientos que a un sitio de descanso, quizás sea hora de tomar medidas. ¿Cómo lidian las parejas con un ruidoso nocturno? ¡Te contamos!
PAREJAS
Ronquidos en la noche: qué hacer cuando tu pareja no te deja dormir
Si tu cama se parece más a un concierto de vientos que a un sitio de descanso, quizás sea hora de tomar medidas. ¿Cómo lidian las parejas con un ruidoso nocturno? ¡Te contamos!
Por Bárbara Asnaghi

Una larga noche
Hay pocas situaciones cotidianas tan exasperantes como la de compartir la cama con una persona que ronca. Sobre todo, si lo hace habitualmente, y durante toda la noche. Poco a poco, la  situación se va volviendo más y más insostenible. Ambos duermen mal, pero temen decir lo que secretamente saben: que cuando uno ronca, ninguno de los dos duerme.
El ronquido se produce con la vibración del aire entre los conductos nasales superiores, y representaría la queja número 1 de los “compañeros de cama”, según dijo Charles W. Atwood Jr., experto en medicina del sueño.
Los motivos para tal pesadilla pueden ser muchos: un conducto respiratorio pequeño, un cuello largo, congestión nasal o algún tipo de bloqueo, sin mencionar afecciones más graves como la apnea del sueño, señala el especialista.
Digámoslo: oír a alguien roncar mientras uno intenta dormir, es como tener una versión espantosa de la Sinfónica Filarmónica de Berlín en la propia cama, y en estéreo. No solo por los “instrumentos de viento” que contiene, sino porque algunos ronquidos suelen ser inesperados. Altos, bajos, grandes silencios y tétricos desenlaces…realmente desolador.
Pero, además, los ronquidos pueden generar mucha tensión en las relaciones, según destaca el psicólogo clínico Michael J. Breus en la revista Psychology Today. “Este problema no solo crea cansancio, sino también frustración y resentimiento entre las parejas”, explica.
Una pareja, diferentes caminos
Y como cada relación es un mundo, hay muchas formas de lidiar con este problema:
Irte a otra cama
Si te espanta esta idea, debes saber que es más común de lo que crees: una de cada 4 parejas en Estados Unidos duerme en habitaciones separadas, según una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño. Y este número se duplicó en solo un par de años, señala WebMD.
“Mi marido ronca mucho y todas las noches. En una época, yo me la pasaba de mal humor porque no podía descansar. Desde hace un par de años nos vamos a dormir juntos, pero al rato yo me voy a otra habitación”, dijo a Yahoo Silvia, arquitecta de 40 años, y casada desde hace 10.
Darle un codazo (suave)
Una estrategia menos diplomática, pero que puede funcionar con los roncadores leves, según parece. “Mi novio no suele roncar, pero cuando bebe de más, yo ya sé de antemano que no voy a poder dormir. Como no sucede todos los días, le doy algunos codazos suaves y él, medio dormido, se da cuenta de lo que pasa e intenta controlarlo”, nos comentó Daniela, economista de 35 años, y en pareja desde hace 10.
Tener una conversación
“La persona a la que se despierta [con los ronquidos] o que debe irse a otra habitación en medio de la noche, podría sentir resentimiento hacia la pareja que ronca. Y quien ronca, a su vez, muchas veces se siente culpable, avergonzado e impotente por su ruidoso y molesto hábito de sueño”, indica Breus en la revista mencionada. Por eso, ¿por qué no hablar del tema? Quizás puedan encontrar una solución conjunta.

martes, 15 de marzo de 2016

Todos deberíamos dormir desnudos, según la ciencia


Poco a poco se va acercando el calor y los días más largos. En nada las mantas volverán al armario y en muchas casas los pijamas se dejarán en el cajón. Llega la época más feliz para todos los que les guste dormir desnudos. Y los que no lo hagan, deberían aprender de ellos, ya que todo son ventajas. A saber:



Es bueno para el cuerpo
Cuando dormimos, la temperatura de nuestro cuerpo desciende. También baja la presión sanguínea. Estos dos hechos ayudan al organismo a descansar y activan el sistema digestivo, para que haga mejor su trabajo. Y no solo eso, el sistema nervioso también reposa y el cuerpo segrega hormonas como la prolactina, las gonadotropinas, la hormona folículo-estimulante, la hormona luteinizante y la hormona estimulante del tiroides. Todas estas sustancias son básicas para regular el metabolismo, el crecimiento y la regeneración de tejidos. Es decir, ocurre una ola de reparaciones y ajustes que es necesaria para que podamos rendir al día siguiente en condiciones. 

Al dormir desnudos estaremos contribuyendo a que ese enfriamiento del cuerpo se produzca de una manera más rápida y sin interferencias. La comodidad será mayor y por lo tanto, el sueño será más profundo: la circulación sanguinea se producirá sin la oposición de una camiseta ceñida o de un pantalón, y todo el proceso hormonal anteriormente descrito se producirá con más facilidad.
Además, utilizando la piel como único pijama podremos entrar en capas de sueño más profundas con una mayor rapidez. Y no solo eso. Un estudio publicado en 2014  demostró que dormir a más baja temperatura (sin el calor de la ropa, por ejemplo), ayudaba al cuerpo a activar el tejido adiposo marrón. El metabolismo de los lípidos en este tejido genera calor en el proceso conocido como termogénesis: la grasa se va quemando para cubrir las necesidades energéticas del organismo. Es decir, que al dormir desnudos se quema más grasa acumulada.
Es bueno para la pareja
Al estar en contacto directo con la piel de la pareja, el cuerpo segrega más oxitocina, la llamada hormona del amor y del apego. Gracias a ella la sensación de sentirse amado aumenta. Por no hablar de la excitación que puede producir tener a la persona que más amas pegada en la cama. Todo son ventajas.
Las mujeres se pueden liberar del sujetador
Muchas mujeres duermen con sujetador porque creen que con ello pueden retrasar el descolgamiento que se suele producir con la edad en esa zona del cuerpo. Pero la realidad es que estar 8 horas sin esta prenda no tiene ningún efecto sobre esta situación. Así lo asegura Dan Mills, un cirujano plástico, en la revista Health.

En el caso de los hombres, también puede ser beneficioso, pero por otros motivos. Una ropa interior excesivamente ajustada puede afectar a la producción de esperma.  Así que no hay nada mejor que dormir completamente liberados para evitar estos problemas.

jueves, 3 de marzo de 2016

¿Leopardo o conejo? Descubre qué animal eres (en la cama)



¿Conoces el verdadero significado de la frase “eres un león en la cama”? En realidad quiere decir que eres salvaje e intenso, como el felino, pero con cortos períodos de actividad.

Es una de las conclusiones que se extrae de el reloj del amor, un smartwatch que mide tu actividad sexual para que puedas mejorar tus cualidades como amante.Tal cual, la idea surge de la startup española, Geeksme, que ha dado con la clave para saber exactamente si eres un fiera o no bajo las sábanas.

Solo apto para personas y parejas con sentido del humor y una capacidad innata para reírse de si mismos y pasar un buen rato. Lo dicho, si quieres saber, de una vez por todas, si eres o no un buen amante solo tienes que llevar este dispositivo en tu muñeca mientras te entregas por completo a los placeres carnales. Se trata de un reloj inteligente que mide tu actividad sexual para determinar si eres un león en la cama, lento como una tortuga o rápido como un conejo.  Eso sí, tienes que marcar en el reloj el inicio y el final del acto sexual, ¡no lo olvides!

Disponible en España desde hace tres meses, ahora está a punto de desembarcar en Estados Unidos (este mismo marzo), y más adelante al mercado latinoamericano entre ellos Colombia, Chile, México, Perú, Uruguay, Argentina, Panamá, Costa Rica, El Salvador y Guatemala.
Se trata de una aplicación que identifica ‘tu huella ecológica’ para ayudarte a mejorar tu vida de un modo saludable a través del deporte, y ¿por qué no? Del sexo.

“Cuando estás practicando sexo o estás haciendo deporte no estás contaminando el planeta, por eso cuantificamos las calorías que quemas cuando haces el amor, las que haces mientras corres y la huella ecológica que dejas con cada actividad”, explica Ángel Sánchez, cofundador y director general de la empresa.

Se podría decir que es algo así como una pulsera Fitbit pero con un extra, el modo Love, que puede resultar muy estimulante, ya que permite medir el rendimiento y la intensidad sexual, además del tiempo empleado y las calorías consumidas durante el encuentro sexual.

El reloj cuenta con un acelerómetro que registra los movimientos y su frecuencia. Después de cada medición del acto sexual, analizados los datos, Geeksme te premia con un sticker representativo: leopardo, tortuga, conejo, erizo… El animal seleccionado responderá a tu capacidad y desempeño sexual.

Uno de los animales que mejor puntuación obtienen por el tiempo del acto y su intensidad es el leopardo, mientras que el conejo es conocido por ser muy rápido, la tortuga muy lenta y el erizo muy estable.

“Quien quiera podrá compartirlo con los amigos en redes sociales: ¡Hoy he sido un tigre!”, bromea Sánchez.

“No es algo científico sino algo divertido, para fomentar la parte social de la aplicación”, comenta, por su parte, Rodrigo Silva-Ramos, presidente de la compañía.

La aplicación también te descubrirá otras cosas realmente curiosas como que comer y dormir son dos prioridades para el koala y hasta que no consiga satisfacer esas necesidades no se preocupará por el sexo. ¡Toma nota! Si tu pareja saca esta figura no solo deberás invitarle a cenar también te conviene respetar su descanso.
GME1 está a la venta por 99,90 euros. Se trata de una pulsera de apenas 25 gramos de peso y esfera redonda con pantalla táctil. Se conecta mediante Bluetooth a una aplicación que hay que descargar en el móvil (iOS y Android).

Por cierto, que aunque lo del reloj sexual tire más, la otra función tampoco desmerece.  Cuando te descargas la aplicación, te pedirán que introduzcas datos fisiológicos y otros relacionados con tu estilo de vida: si usas pilas recargables, si reciclas la basura, cuánto conduces, si tienes lavavajillas, cuánto tardas en ducharte o bañarte o si compras ropa que luego no utilizas.

Así obtendrás tu ‘huella ecológica’, es decir, cuántos planetas Tierra se necesitarían si todos los habitantes consumieran lo mismo que tú. Interesante, ¿verdad?

         

Cuando es él el que no quiere !

 Miras de reojo la lavadora en el programa «centrifugado» lanzándole miraditas coquetas. En el restaurante, le lanzas la servilleta... que resulta que son tus braguitas. ¡No hay nada que hacer! Es imposible suscitar un poco de libido, ¡tu hombre ya no te desea! Es necesario detectar las causas para poder encontrar pistas para la solución y así recuperar una sexualidad plena.



Erección y deseo: ¡cuidado con el círculo vicioso!

Entre el hombre y el deseo, no hay tantas complicaciones, al menos aparentemente. «En los hombres, una erección constituye el claro símbolo de su deseo palpitante» resume Nathalie Giraud Desforges. El calor en su miembro y la turgencia son señales de las que fiarse. Entonces, cuando su sexo brilla por esta ausencia de garbo e insiste en no erigirse, deducimos que no existe ningún deseo.



Los motivos de esta falta de ganas son diversos. La primera cosa a hacer es centrarse en la erección mañanera. Si no se produce, podemos suponer que el problema de erección tiene un origen fisiológico (hormonal, vascular...). En caso contrario, apostaremos por un origen psicosomático (ansiedad, estrés, angustia sexual...).

Cuando los gatillazos se vuelven crónicos, pueden comportar estrés, lo cual a su vez causará el próximo gatillazo. Para poner fin a este círculo vicioso, a veces resulta útil consultarlo con un médico.

Un fallo de deseo primario o secundario

Una vez descartada la cuestión fisiológica, hay otros factores que pueden constituir el origen de este problema. Ante todo, es necesaria una evaluación de la situación. ¿Cuándo empezó esta situación? «La falta de deseo puede ser primaria o secundaria» matiza Nathalie Giraud Desforges.

Una falta de deseo primaria

En algunas parejas, el deseo ya no estaba en las primeras citas del inicio de la relación. Se ha podido esconder con afecto o episodios románticos, por ejemplo, para poco a poco brillar por su ausencia. «La sexualidad no siempre es el botón de arranque de la relación» explica la sexóloga. Las mujeres pueden entender esta atención como una señal de respeto, y no será hasta más tarde que aparecerá la inquietud sobre lo que se considera una carencia.

Mucho respeto

A veces sucede que el hombre respeta demasiado a su mujer. Entonces confiere a su pareja la posición «alta» y la sublima. El sentimiento amoroso acaba por interferir en un deseo más trivial.

El temor de las mujeres

La liberación de la sexualidad femenina puede tener efectos perversos, en la mente de algunos hombres. La afirmación del deseo al mismo tiempo viene a conmocionar los códigos de virilidad establecidos. Incluso aunque el hombre lo defienda, cuesta encontrar su lugar. Además, la presión de la obligación de gozo por parte de su pareja es fuerte. De ahí los bloqueos. Por no correr el riesgo a decepcionarla o por miedo a no estar a la altura, evita pasar a la sexualidad.

Una falta de deseo secundaria

Hace poco, el simple hecho de veros con unas braguitas rojas o recordar ese momento en el que habíais hecho salvajemente el amor por primera vez bastaban para alterar sus sentidos, enloquecer su libido... ¡Eso ya no sucede! «Forzosamente existe un elemento desencadenante, por lo que es necesario cuestionarse las circunstancias antes y después» explica Nathalie Giraud Desforges.

Los factores emocionales

El deseo de un hombre es frágil, algunos hechos pueden afectar a su libido, sin tan solo ser consciente de ello. Una mudanza, un despido, la pérdida de un pariente o un accidente pueden afectar a su sexualidad.

La desinversión de la relación

La falta de deseo también puede comportar el cuestionamiento de la relación. «La pérdida de libido en un hombre puede ser un signo de disfunción en la pareja» afirma nuestra experta. Coged las riendas de vuestra relación. ¿Qué otras cosas hacéis juntos? ¿Es lo único que ya no hacéis? Si se ven afectados otros ámbitos además de la sexualidad, entonces la pérdida de deseo es un síntoma de un problema más importante que debéis abordar.

Una infidelidad

La pérdida del deseo, por su parte, también puede revelar la presencia de otra pareja. Si ese es el caso, todo un conjunto de signos deberían corroborar la situación.

La llegada de un niño

A veces, la pareja vive el embarazo como una nueva oportunidad erótica, gracias al baile de hormonas, y un cuerpo con plenas curvas, bien aceptado. Y una vez llega el niño, luego ya nada. ¿Qué le sucede? «La causa es el cambio de estado, el paso de mujer a madre y también la nueva situación de padre» recuerda Nathalie Giraud Desforges. Incluso aunque pueda parecer banal y conocido, no es más que la realidad. Además, si ha estado presente en el parto, puede que se haya quedado negativamente impactado en el plano sexual, pero no lo sabe. Pocos están realmente preparados y hay muchos que aceptan bajo presión, lo cual genera efectos desafortunados.

Pérdida de deseo: es necesario hablarlo

Si la situación continúa, existen riesgos. Y todavía más cuando el desequilibrio aparece con una demanda de la pareja que no ha sido cubierta. «La mujer puede cansarse de esperar o bien experimentar un sentimiento de rechazo» precisa nuestra experta. Las consecuencias diarias pueden ir desde la agresividad al sentimiento de infidelidad, o incluso una ruptura. Es necesario hablar de ello.

¿Cómo hacerlo? «El diálogo en torno a la sexualidad y todavía más sobre la pérdida de deseo en un hombre resulta delicado» recuerda Nathalie Giraud Desforges. Es importante escoger el lugar y el momento adecuado. Necesitáis intimidad y tiempo para abordar el tema con benevolencia. «Resulta fundamental evitar caer en los reproches, es mejor partir de la observación de los hechos y de vuestros sentimientos. Hablad de vosotros, expresaros aunque resulte difícil» añade nuestra experta. Además, relativizad vuestras esperas. Este tiempo de diálogo puede comportar cambios, o no. «Programar un cambio radical, como por arte de magia, no es una idea muy realista» previene la sexóloga. Lo más normal es que sea una primera etapa.


Si el problema se convierte en algo crónico, será mejor consultarlo con un especialista para buscar una solución. Una vez descartado el problema fisiológico, podéis acudir a un sexólogo o un psicoterapeuta de pareja. Esto lo podéis hacer en pareja o solos. De este modo, esta dificultad puede dar lugar a nuevas oportunidades en la pareja para conseguir una sexualidad más plena.

Lo que pasa en el cerebro cuando dejas de beber


Muchos creen que beber es un placer. Una copa de vino tinto o una cerveza suele ser un premio que muchas personas se dan a sí mismas al final de su jornada. Pero a nivel cerebral esta acción no supone ningún galardón ni nada remotamente sano.


Contrariamente a lo que la gente piensa, esta bebida es un depresor del sistema nervioso. Aunque nos haga bailar y hablar de manera deshinibida, en nuestro cuerpo se produce una reacción a la inversa: ese bienestar y esa relajación provienen de la depresión de mecanismos inhibitorios. Es decir, los frenos que tiene nuestro cerebro se apagan.
El alcohol afecta directamente al circuito de recompensa que está dentro de nuestro cráneo. Esta área contiene neuronas que se proyectan hacia numerosas regiones del cerebro, desempeñando un papel fundamental en la motivación, el deseo, el placer y la valoración afectiva.

Al beber, se estimula la creación de la dopamina, un neurotransmisor que se podría considerar como la gasolina que enciende el circuito de recompensa. Cuando una persona suele beber, por ejemplo, todos los días en los famosos ‘after works’, su cerebro se acostumbra a un cierto nivel de dopamina para que sienta placer. Pero cada día ese nivel debe ser más alto para llegar a experimentar bienestar.

Eso hace que las personas que estén acostumbradas a beber cada vez necesiten más alcohol para notar las sensaciones que tenían con las primeras copas que tomaron en su vida.

El nivel de dopamina de los consumidores habituales de alcohol suele ser bastante inferior al de las personas que no beben. En los casos más graves, en los de alcoholismo, esta falta de dopamina causa un estado denominado hipodopaminérgico, que se caracteriza por la anhedonia (falta de placer) y falta de motivación. La desgana se apodera de estas personas, y no son pocos los que confunden este fenómeno con una resaca continua.

¿Pero qué ocurre cuando una persona deja de beber habitualmente? ¿Su cerebro se recupera? Diversas investigaciones señalan que una persona que haya tenido una relación estrecha con el alcohol durante 30 años tiene un cerebro que puede llegar a pesar 100 gramos menos que el de una persona sobria. Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences  ha  llegado a la conclusión de que los que beben alcohol de manera frecuente tienen un cerebro que funciona de manera distinta. Y que esa alteración dura para siempre: sus niveles de dopamina siempre serán más bajos y por eso necesitarán del alcohol para intentar subirlos, y de esta forma, experimentar placer.

Esa falta de motivación de la que hablábamos antes está especialmente presente en las tres semanas posteriores al abandono del alcohol. Por eso en ese momento suele ser más habitual las recaídas y la vuelta a la botella. Pasado ese tiempo, el cerebro actúa con una respuesta rebote: creando demasiada dopamina, en un shock que puede terminar en un estado hiperdopaminérgico, un fenómeno realacionado con la esquizofrenia y en el que se pueden presentar alucinaciones o ideas psicóticas.


Así que todos aquellos que suelan beber todos los días, aunque solo sea una cerveza, y dejan el alcohol, notarán una cierta apatía y bajón emocional. Es un proceso normal: son los desagradables efectos secundarios de un proceso de desintoxicación que a la larga es muy beneficioso.

Los cigarrillos electrónicos tienen hasta 1 millón más de sustancias cancerígenas que el aire de una ciudad contaminada


Los cigarrillos electrónicos se inventaron con la promesa de ser mucho más ‘sanos’ que los cigarrillos tradicionales. Que ‘vapear’ (así se conoce al acto de usar uno), no es para nada peligroso. Pues bien, un estudio llevado a cabo en Hong Kong ha demostrado que este tipo de aparatos contienen nada más y nada menos que un millón más de sustancias cancerígenas que el aire contaminado de una gran ciudad.



El área de salud de la ciudad de Hong Kong ha solicitado al gobierno chino la absoluta prohibición de los cigarrillos electrónicos. El motivo, una investigación realizada en la Universidad Baptista, que ha encontrado, entre muchos cancerígenos, uno que es especialmente dañino: una sustancia creada para retardar la combustión que genera el vapor y que podría dañar de manera irreversible los espermatozoides de los hombres.

Para llevar a acabo el estudio, los autores analizaron 30 marcas diferentes de cigarrillos electrónicos. En todas ellas encontraron un nivel insano de PAH (hidrocarburos aromáticos policíclicos), unas sustancias químicas que también se encuentran en el ambiente de las zonas en las que hay refinerías petrolíferas y también en las ciudades atestadas de tráfico.El doctor Chung Shan-shan, investigador jefe del trabajo y profesor de biología de la Universidad Baptista, asegura que los niveles de PAH son un millón de veces más altos que los que hay en la atmósfera de la ciudad de Hong Kong.

Otros tipos de sustancias peligrosas encontradas por los investigadores son los polibromodifenil éteres (PBDE), también habituales en los productos electrónicos y en los muebles. Cada cigarrillo de tabaco cuenta con unos 5 nanogramos por milímetro, mientras que en los electrónicos esta cifra se dispara hasta los 1.490.