viernes, 29 de abril de 2016

¿Y si los hombres se hicieran el test de embarazo?

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Podría servir para detectar problemas de salud masculinos

Lo que te voy a contar a continuación es el resultado de un episodio real que ocurrió en el año 2012 cuando un hombre británico encontró por casualidad una prueba de embarazo en el baño; a su ex novia se le olvidó allí.
Ante una ruptura todos pasamos por momentos de enajenación mental, así que al ver el dispositivo el protagonista de esta historia pensó que sería gracioso hacerse el test.
La sorpresa fue mayúscula cuando instantes después la prueba arrojó un resultado inesperado: un positivo como una casa.
Aunque se quedó descolocado, momentos después decidió compartir la anécdota, hizo una foto al test y colgó la imagen en Reddit. A los tres días tenía cerca de 1.300 respuestas, muchas de desconocidos, que le recomendaban que acudiera al médico.

La mayoría de los hombres no son conscientes de la elevada incidencia del cáncer testicular y otros problemas que se originan en el saco del escroto.
Al principio no hizo caso pero los mensajes no cesaban, y el que más se repetía era este: “¡Puedes tener cáncer testicular! Ve a un oncólogo y dile que te has hecho una prueba de embarazo y que salió positiva”.
Cuando acudió al médico le confirmaron que, obviamente, no se encontraba ‘en estado’; pero la bromita del test al final sirvió para algo, le detectaron un cáncer de testículos.
La explicación es sencilla: el test de embarazo no dice simplemente “bebé sí” o “bebé no”, sino que detecta el aumento de la hormona gonadotropina coriónica humana llamada beta-HCG.
Esta sustancia fisológica se produce en las primeras fases del embarazo por el embrión y, posteriormente, por una parte de la placenta llamada sinciciotrofoblasto.

El cáncer testicular se cura,si se detecta a tiempo. No te saltes las visitas al urólogo.
Pero también se produce, en pequeñas cantidades, en el organismo masculino con la función de estimular el desarrollo de los testículos.
Y algunos tipos de tumores provocan un aumento de la producción de la hormona beta-HCG, entre ellos una de las diversas variedades de cáncer testicular.
Por eso, si un hombre se somete a un test de embarazo y da positivo, eso significa que tiene unos niveles anómalos de dicha hormona, lo que podría ser un indicio de un posible cáncer testicular.
De todas formas, no es el medio adecuado para descubrirlo,¿no crees? Los test de embarazo no se inventaron con ese fin y aparte, no son nada baratos.
Hay otras maneras de descubrirlo, el primer signo de cáncer en el testículo es la presencia de una masa indolora. Por eso, se recomienda que los hombres se realicen un auto-examen mensual para descartar posibles alteraciones.

sábado, 16 de abril de 2016

5 MOTIVOS QUE LLEVAN A LA INFIDILIDAD (como evitarlos)


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La infidelidad tal vez sea el enemigo más temido de las parejas. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué sucede? ¿Qué motivos nos llevan a engañar? Checa cinco factores que podrían tener como consecuencia una infidelidad, y qué puedes hacer al respecto.

¿Será posible evitar la infidelidad? -
Falta de individualidad. En este caso, los miembros de la pareja suelen sentirse sofocados en la relación, tal como nos explicó Jeanette Raymond, psicóloga, psicoterapeuta y experta en relaciones. Ser infieles puede darles la sensación de que rompen las reglas y logran ser independientes, sin perder los beneficios de estar juntos.
¿Qué hacer? Aliéntense el uno al otro a tener hobbies y amistades por fuera de la relación. “Véanlos como elementos que ayudan a que el matrimonio crezca. Cuando permitimos que nuestra pareja sea ella misma, es más probable que esté disponible emocionalmente para nosotros”, sugirió la experta.
Problemas de comunicación. Por ejemplo, volviendo al caso anterior, uno de los dos no sabe que el otro se siente sofocado y necesita libertad, dijo Raymond. “A veces pareciera que hablar es una amenaza a la estabilidad de la pareja. Así, ser infiel fuerza la discusión y ayuda a reconstruir la relación o la destruye”, indicó la experta.
¿Qué hacer? “Hablen de sus sueños, fantasías y deseos con curiosidad e interés, no como algo que puede arruinar el matrimonio. Muéstrale a tu pareja que quieres que se sienta satisfecha”, recomendó Raymond.
Necesidad de sentirse deseado. ¿Quién no quiere que lo adoren y malcríen? Una infidelidad puede ofrecer esa oportunidad, sin necesidad de modificar nada en la pareja.
¿Qué hacer? Muéstrale a tu pareja que disfrutas de su compañía, de su humor y de sus excentricidades. Concéntrate en las características que despiertan tu amor. “Saber que nuestro ser amado quiere estar con nosotros de la forma en que somos, que nos acepta así, es un afrodisíaco más grande que una cena de lujo”, indicó la experta.
Necesidad de tener el control. Según Raymond, para algunas personas, sobre todo las mujeres, es muy importante sentir que están a cargo. Esto puede provenir de sentimientos de inseguridad y de la necesidad de protegerse del abandono o del rechazo. “Muchas veces, se engaña por la satisfacción de tomar las decisiones y de no tener que ocuparse de otra persona durante el affair”, dijo la psicóloga.
¿Qué hacer? Hablar con la pareja sobre el miedo a no ser suficientemente buena, a sufrir abuso emocional y otras problemáticas, es un paso esencial, según la experta. “Pero es difícil hacer eso de la nada, así que ir a terapia para trabajar sobre esa necesidad de tener el control es un buen comienzo. Luego, pueden acudir a terapia de pareja para que la relación sea más equitativa”, sugirió Raymond.
Surge la oportunidad. ¡Así de simple! Hay ciertas situaciones, como un viaje de negocios, que pueden propiciar la infidelidad. Después de todo, estás por tu cuenta, probablemente bebiendo alcohol y con menos inhibiciones, según explicó Jim Walkup, terapeuta de parejas, en el sitio YourTango.
¿Qué hacer? “Hagan de la fidelidad un asunto importante. Hablen sobre el tema y explícale a tu pareja qué significaría para ti que te engañara. Si se encuentran lejos, además, intenten mantenerse en contacto y llamarse aunque sea tarde por la noche”, recomendó el experto.

Y tú, ¿cuál crees que es el mayor factor que lleva a la infidelidad? Cuéntanos

domingo, 10 de abril de 2016

¿¿ES NORMAL TENER FANTASÍAS CON PERSONAS DE TU MISMO SEXO ???

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Los humanos somos seres sociales que necesitamos a otras personas y sabernos parte de un grupo. Desde la adolescencia buscamos identificarnos con etiquetas según la música que nos gusta, la manera de vestir, los hobbies y también la sexualidad.
En cuanto a la orientación sexual nos dividimos en tres grupos; heterosexuales, bisexuales y homosexuales. Lo que no está muy claro es la línea divisoria entre ellos.
Las personas heterosexuales se sienten atraídas únicamente por miembros del sexo opuesto, pero lo cierto es que no son muchos los que pueden asegurar nunca haber sentido atracción sexual por alguien de su género o incluso haber tenido experiencias o relaciones homosexuales.
Si un individuo solo se fija en los de su mismo género se dice que es gay. Muchos homosexuales han tenido relaciones heterosexuales durante un tiempo en su vida, sea por rechazo a su orientación sexual real o porque en ese momento correspondía con lo que sentían. También hay personas que se autodenominan homosexuales durante un periodo en el que tienen una relación con alguien de su mismo sexo y, al terminar esta, solo se relacionan íntimamente con personas de sexo opuesto y se consideran heterosexuales.
Los bisexuales si reconocen la atracción hacia los dos sexos, algunos bisexuales aseguran que esta preferencia va por etapas y otros que se mantiene, también hay personas que manifiestan preferir relacionarse con gente de un género para relaciones serias y de otro para el sexo.
No son pocos los estudios que tratan de encontrar los factores que hacen a una persona tener una orientación sexual u otra, sobre todo los que intentan explicar las causas de la homosexualidad.
El hecho de que la mayoría de las personas no puedan asegurar haberse mantenido fieles a sus preferencias sexuales durante toda su vida, ya sea a nivel atracción o llegando a relacionarse íntimamente, hace pensar que realmente estas etiquetas puedan ser solo sociales y no seamos ninguno heterosexuales ni homosexuales.
¿Dónde comienza la homosexualidad?

Tenemos claro que una persona que tiene una relación sentimental e intima con alguien de su mismo sexo es homosexual, pero nadie podría asegurar que es gay si no se ha llegado al contacto sexual. ¿Verdad?
Reflexionemos entonces sobre como llamaríamos a una persona enamorada durante años de otra de su mismo sexo pero sin que ocurra nunca nada, ¿y si añadimos que además tiene relaciones sentimentales con gente de sexo contrario siempre? ¿Sería algo así como gay de corazón?
Mientras un individuo dudará de su orientación sexual tan solo a partir de un sueño erótico, otro probablemente tendrá que esperar a tener sentimientos de amor duraderos.
Tratar de transformar los hechos de nuestra vida en etiquetas que nos definan es una tarea inútil, sobre todo cuando hablamos de algo tan involuntario como es la intimidad y el deseo sexual.
La orientación sexual no comienza ni acaba con ningún evento, podemos sentirnos heterosexuales u homosexuales desde el nacimiento sin tener que esperar a experimentar atracción por nadie o podemos descubrir un cambio una o varias veces en nuestra vida a partir de experiencias varias.
La línea entre fantasía y realidad

Las fantasías son totalmente libres, podemos imaginar lo que queramos sin sentirnos culpables ya que no estamos haciendo nada malo. Al igual que podemos deleitarnos con la idea de robar un banco y hacernos millonarios y eso no nos convierte en delincuentes, las fantasías sexuales no determinan características reales como la homosexualidad, incluso siendo la causa de excitación física.
Lo que nos excita al imaginarlo no tiene porque corresponder con lo que nos excite una vez en la vida real. Un buen ejemplo es el de fantasear con sexo en grupo, es una imagen excitante y referente a una práctica que no es habitual y esto da muchos puntos para que se repita en la mente, lo cierto es que la mayoría de las personas no se sentirían tan excitados si ocurriese en realidad y probablemente ni siquiera querrían estar en esa situación.
Si nos sentimos culpables por sentir excitación imaginando algo y llegamos a obsesionarnos  es seguro que esa imagen volverá a nuestra cabeza sin que queramos y eso potencia la obsesión y con ello otra vez la frecuencia de la fantasía.
Lo mejor es disfrutar de las fantasías sexuales y fomentarlas sin culpabilidad, son privadas y podemos controlarlas como queramos para utilizarlas en nuestro beneficio.

sábado, 9 de abril de 2016

14 RAZONES PARA TENER SEXO TODOS LOS DÍAS.


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Estás estresado, copado por las dificultades que te trae progresivamente la vida y con la sensación –y temor- de que tu salud se esté deteriorando. ¿Sabes cuál es la solución inmediata para mejorar esa situación? En el fondo, la sabes: el sexo. Ésta es la vía para la felicidad, la longevidad y el mantenimiento sano de todo nuestro cuerpo.
¿Lo dudas? ¿Crees que es demasiado bueno para ser verdad? No te preocupes, aquí te dejamos una lista de los beneficios que trae el sexo cuando se practica diariamente (y, obviamente, responsablemente). 14 razones deberían ser más que suficiente:

1. Anti estrés:
El sexo ayuda a reducir el estrés. Cuando los ejercicios basados en “respirar profundamente” fallan, el sexo terminará la tarea satisfactoriamente.
La razón es que durante la relación sexual tu cuerpo produce dopamina -una sustancia que combate las hormonas del estrés-, endorfinas -también conocido como “la hormona de la felicidad”- y oxitocina, una hormona que mejora el deseo secretada por la glándula pituitaria.
En un estudio, publicado en la revista Public Library of Science, tres investigadores de la neurociencia llevaron a cabo una prueba en ratas macho y encontraron que las sexualmente activas tenían menos ansiedad que las que estaban privadas de actividad sexual.


2. Una forma estupenda de ejercitarte:
Hacer el amor es una forma de actividad física. Durante el acto, los cambios fisiológicos en el cuerpo son tan consistentes con si estuviéramos en una sesión de ejercicios. Tu respiración se acelera. Por lo tanto, estás quemando calorías.
Ecuación: si tienes relaciones sexuales tres veces por semana durante 15 minutos (pero sabemos que puedes hacerlo mejor que eso) quemarás aproximadamente 7 mil 500 calorías en un año. ¡Eso es el equivalente de correr más de 100 kilómetros!
Además, la respiración acelerada aumenta la cantidad de oxígeno en las células, y la testosterona producida durante el sexo fortalece tus huesos y músculos.

3. Baja la presión sanguínea:
Los abrazos y el sexo pueden mejorar tu presión sanguínea, previniendo males como la hipertensión.

Estos según conclusiones de una serie de investigaciones de la Universidad del Oeste de Escocia.

4. Fortalece tu sistema inmunológico:
¿Quieres evitar los resfriados? El sexo es una de las mejores vías para combatir la gripe y otros problemas similares de salud, pues los anticuerpos que protegen y tu cuerpo aumentan cuando incrementas tu actividad sexual.

5. Te hace ver más joven:

Hacer el amor al menos tres veces en la semana te puede hacer diez años más joven, afirma la investigación escocesa. “Es bueno para ti tener buen sexo”, afirma David Weeks, neuropsicólogo del Hospital Royal de Edimburgo, cuyos estudios sobre la relación entre el sexo y el envejecimiento se publicaron en el libro “Los secretos de la Súper Juventud”.

6. Un corazón más sano:

El sexo ayuda a quemar calorías pero también puede fortalecer tu corazón y así prevenir los riesgos de un infarto. Tú sólo debes esforzarte por disfrutar el momento.

Científicos del Instituto de Investigación de Nueva Inglaterra examinaron los efectos que tiene el sexo sobre el corazón. Las conclusiones arrojaron que los hombres pueden disminuir hasta un 45% los riesgos de padecer alguna enfermedad cardiovascular,

7. Alivia el dolor:
El placer es la medida para eliminar el dolor. Si experimentas migrañas y dolores en el cuerpo, el sexo puede ser la mejor medicina (atención: nunca sustituye una consulta con tu médica, más en el caso de dolores delicados como el de espalda).

El doctor George E. Erlic, especialista en artritis en el Hospital de Filadelfia, EE UU, condujo una investigación para medir la relación entre la artritis y el sexo, que arrojó resultados donde la práctica del sexo disminuía el dolor en los pacientes.
8. Construcción de confianza e intimidad:
El acto sexual hace segregar la hormona oxitocina, responsable de la felicidad y el amor. Así que si sientes que tu relación se está debilitando y que cada vez se separan más, el sexo puede reparar esos vacíos, pues la hormona oxitocina fortalece la confianza entre las parejas (sí, al igual que cupido).

9. Menos probabilidad de padecer cáncer:
Tener eyaculaciones regulares reduce tus posibilidades de padecer cáncer de próstata. Un estudio australiano comprobó que un hombre que eyaculara 21 veces durante un mes aumentaba sus probabilidades de evitar el cáncer de próstata.
Esta tesis fue corroborada por otra investigación que comprobó que el acto del coito reduce los riesgos de este tipo de cáncer.

10. Previene el insomnio y los problemas del sueño:
No es ningún secreto: después de ese “gran trabajo”, tu cuerpo está listo para descansar. Y es que el sexo funciona de la misma manera que el ejercicio: te relaja, te hace olvidar tus problemas, te hace dormir con un bebé.
11. Regula los ciclos menstruales de ella:

Al parecer, el sexo puede mejorar sus ciclos menstruales, pues funciona como un regulador hormonal. La explicación: el sexo reduce el estrés, que es una de las principales razones por las que se altera la periodicidad de las menstruaciones. Sí, hacer el amor puede ser una mejor opción mejor para este fin que las mismas píldoras anticonceptivas.
12. Previene la disfunsión eréctil:

50% de los hombres mayores de 40 años sufren en algún momento de disfunción eréctil y todos los hombres más jóvenes temen ese momento en que “su mejor amigo” no responda correctamente.

A mejor medicina para la impotencia es… adivinaste otra vez: el sexo. Las erecciones mantienen la correcta circulación sanguínea a través de las arterias del pene, manteniendolo saludable.

Además, los doctores comparan las erecciones con el entrenamiento atlético: mientras más lo intentes más capacitado estarás para la acción.
13. Longevidad:
Un corazón sano, músculos fuertes, el aumento de la circulación del oxígeno y la felicidad son los factores que le añaden vida a los años y, por lo tanto, años a la vida.
Un estudio publicado en Gran Bretaña revela que los hombres que practican el sexo a menudo viven el doble que los que rara vez lo hacen (o no lo hacen nunca… lo cual hace que la vida no valga la pena vivirla, ¿no?).

14. Un semen más sano:
Si estás intentando con tu pareja concebir un hijo, incrementarás el volumen de semen en la medida en que tengas más sexo.
La práctica sexual regular mantiene “renovada” la esperma en los testículos. Ergo: mayores posibilidades de “dar en el blanco” y tener buenas noticias para esa madre que tiene tanto tiempo exigiéndote un nieto.

sábado, 2 de abril de 2016

¿ME MASTURBO DEMASIADO?


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Si ya es raro que hablemos con nuestros amigos y conocidos de la masturbación, es bastante más extraño que comentemos la frecuencia con la que lo hacemos, así que normalmente no sabemos si estamos por encima o por debajo de la media y es fácil que pensemos que nuestra frecuencia no es “normal”.
Es muy habitual que durante los años de pubertad y adolescencia la masturbación sea mucho más frecuente, incluso varias veces al día. Además, uno de los efectos positivos de la masturbación es que relaja y desestresa, así que hay momentos en nuestras vidas en los que podemos aumentar la frecuencia, por ejemplo en periodos de exámenes o en picos de trabajo (una vez en casa, claro, en la oficina no suele estar bien visto).
Cuando pasamos por periodos de bajo deseo sexual también puede afectar a las relaciones sexuales con uno mismo así que pueden pasar muchos días o meses sin masturbarnos, simplemente porque no nos apetece.
Así que, como en muchas otras cosas, no hay una frecuencia buena ni mala, depende de nuestras ganas y nuestras necesidades. Más que en el número de masturbaciones, se valora cuando hay un problema según la sensación de ansiedad cuando no se practica, cuando afecta a la vida diaria e impide realizar actividades que se hacen normalmente como ir a trabajar.
Mitos sobre la masturbación frecuente
Durante todos los años en los que la masturbación ha sido un tema tabú, han surgido numerosos mitos acerca de las consecuencias negativas de la masturbación. Actualmente, aunque se habla mucho más abiertamente del tema, permanecen ciertas falsas creencias que aumentan la preocupación de las personas y fomentan el sentimiento de culpa.
Los mitos más frecuentes son acerca de la relación de la masturbación con el control eyaculatorio y la erección masculina. Algunos hombres creen que el motivo de su problema de eyaculación rápida es que se han masturbado o se masturban con mucha frecuencia. La masturbación suele ser primera relación sexual genital que tenemos en nuestras vidas, así que nos ayuda a conocernos en este terreno y a practicar con nuestros cuerpos lo que queremos sentir con el cuerpo de otra persona. Ocurre que, generalmente, al masturbarnos no nos deleitamos en las sensaciones sino que vamos directas/os a lograr un orgasmo. El control de la eyaculación no es innato, es algo que pide la sociedad a los hombres desde hace muy poco (hace solo 50 años eyacular rápido era signo de virilidad), algo que hay que entrenar. Si un hombre utiliza la masturbación para practicar el control de la eyaculación, supondrá una gran ventaja a la hora de las relaciones sexuales en pareja pero si va directo al orgasmo simplemente no lo está entrenando, así que es más difícil que logre hacerlo en una situación en la que no controla todos los factores, como un coito. Es decir, la masturbación no provoca eyaculación rápida y de hecho puede ayudar a entrenarla.
Otra duda frecuente es acerca de la relación entre la masturbación y la erección. No hay ninguna relación entre una cosa y otra. Hay hombres que notan que si se masturban y el mismo día intentan tener relaciones sexuales les cuesta mantener la erección, pero este efecto sería igual si tratan de tener dos relaciones sexuales seguidas. Otros, en cambio, utilizan la masturbación para tener mejores erecciones poco después.
Masturbarse tampoco afecta a la excitación, algunas personas creen que como en la masturbación logran excitarse y llegar al orgasmo de forma muy sencilla, están “malacostumbrándose” y luego les costará más hacerlo cuando estén en pareja, especialmente si usan vibradores. No hay manera de malacostumbrarse en el sexo, es como cualquier otro placer, parecido a si pensamos que si comemos algo que nos gusta mucho luego no disfrutaremos del resto de las comidas.
Cuando sí es un problema
Aunque en la mayor parte de los casos la masturbación no solo es inocua, sino potencialmente beneficiosa, en ocasiones puede suponer un problema. En esos casos se deberá acudir a un psicólogo especialista en adicciones para superarlo. Esto ocurre cuando:
-        La práctica de la masturbación te impide realizar tu vida normal, no vas a trabajar, no haces vida social y prácticamente no haces otra cosa que no sea masturbarte.
-        Sientes el impulso irrefrenable de masturbarte en situaciones poco adecuadas, como lugares públicos o delante de otras personas.
-        Si pasa mucho tiempo sin poder masturbarte te sientes mal, ansioso y te afecta al sueño y la alimentación.
-        La forma en la que lo haces provoca lesiones en tus genitales, como irritación o inflamación o has dañado tus muñecas (en este caso la primera visita será al médico).

viernes, 1 de abril de 2016

¿Eres un sudador típico o ‘salado’?


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El mantenimiento de los niveles de sodio en nuestro cuerpo se ha convertido en una prioridad esencial para el éxito tanto de deportistas de élite como aficionados.
La cantidad de sudor perdido en la mayor parte de actividades atléticas (fútbol, baloncesto, voleibol) es relativamente baja debido a la duración de estos deportes.
Sin embargo, en las competiciones de resistencia y de ultrarresistencia –como las carreras de maratón, cada vez más populares– la cantidad de sudor perdido puede suponer varios litros.
Por ello, expertos del Laboratorio de Fisiología del Ejercicio de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) han analizado los electrolitos en el sudor de un grupo de maratonianos y la concentración de electrolitos en la sangre tras finalizar la competición.
Y según los científicos cuentan a la Agencia Sinc, los resultados demuestran que la pérdida excesiva de electrolitos puede desembocar en hiponatremia, una condición que se desarrolla cuando la  concentración de sodio en sangre está por debajo de 135 mmol/L.
Esto puede provocar disminución de la conciencia, alucinaciones o coma, hernia cerebral e, incluso, la muerte.
“Con el sudor no solo se pierde líquido –que puede ser repuesto con la bebida–, sino que también disminuyen también varios electrolitos esenciales para el mantenimiento hídrico y la función neuromuscular, especialmente el sodio”, explica a Sinc Beatriz Lara, autora principal del estudio e investigadora de la UCJC.
El problema surge cuando esa pérdida excesiva de electrolitos por el sudor no se recupera adecuadamente con bebidas o alimentos.
El trabajo, publicado en el Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, demuestra la necesidad de mantener durante la competición un correcto nivel de electrolitos en sangre para evitar una reducción del rendimiento y complicaciones de salud asociadas.
Durante la investigación, a un grupo de 51 maratonianos se les colocaron dos parches en la piel diseñados especialmente para recolectar muestras de sudor, con los que corrieron toda la maratón. Justo tras finalizar la competición, se les extrajo una muestra de sangre para analizar la cantidad de electrolitos.
La concentración de electrolitos en el sudor es un factor esencial para predecir las necesidades de sales durante una actividad deportiva.
Tras un primer análisis se categorizó a los corredores en tres grupos de acuerdo con la concentración de sodio: corredores con un sudor ‘poco salado’; sudadores ‘típicos’ con una cantidad normal de sodio en el sudor, y sudadores ‘salados’, que representan a aquellos corredores con una cantidad excesiva de sodio en el sudor.
Los datos muestran que los maratonianos ‘salados’, con concentraciones muy elevadas de electrolitos en sudor, tuvieron menores concentraciones de electrolitos en sangre, a pesar de que se rehidrataron correctamente y tomaron la misma cantidad de alimentos con sal que el resto de corredores.