jueves, 14 de julio de 2016

Sexo: a qué le temen hombres y mujeres en la cama.


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Sexo: a qué le temen hombres y mujeres en la cama
Tener relaciones sexuales podría considerarse algo totalmente natural y placentero, pero eso no quiere decir que no haya ciertos temas o aspectos que nos causen un poco de preocupación. Por eso, a continuación te revelamos cuáles son los principales miedos de hombres y de mujeres, en el sexo.

Aunque queramos tener intimidad, también hay cosas que nos hacen dudar.
En un intento por saber cuáles son los temores de la gente a la hora de tener un encuentro amoroso, el sitio de servicios médicos en línea Superdrug Online Doctor, publicó una encuesta en la que entrevistó a dos mil personas de Estados Unidos y de Europa, pidiéndoles que calificaran del 1 al 10 sus preocupaciones más comunes.
Aquí los resultados:
Los 10 principales miedos sexuales entre las mujeres:
·       Que su pareja no use condón
·       Que su pareja tenga una enfermedad de transmisión sexual
·       Tener un embarazo involuntario
·       Que su pareja no acepte un “no” como respuesta
·       Que su pareja quiera hacer algo que a ellas no les guste
·       Que alguna función corporal embarazosa ocurra durante el acto sexual
·       Que su pareja no llegue al orgasmo o no quede satisfecho
·       Que ella no llegue al orgasmo o no quede satisfecha
·       Tener un mal desempeño sexual
Los 10 principales miedos sexuales entre los hombres:
·       Que su pareja tenga una enfermedad de transmisión sexual
·       Que su pareja no llegue al orgasmo o no quede satisfecha
·       Ocasionar un embarazo involuntario
·       Eyacular antes de tiempo
·       Que su cuerpo desnudo le parezca poco atractivo a su pareja
·       No ser capaz de mantener relaciones sexuales
·       Tener un mal desempeño en la cama
·       Que su pene sea demasiado pequeño
·       Que su pareja piense que es inexperto
·       Sentirse incómodo después del sexo
La encuesta también reveló que las personas europeas se habrían mostrado más preocupadas porque su media naranja encontrara extraños los ruidos que hacen al intimar, les costernaba decir el nombre equivocado de la persona con la que tienen  sexo o temían ser demasiado rudos durante las relaciones, según reportó el diario británico.
Otros temores
Nostros consultamos a algunas personas para que nos revelen cuáles son sus principales temores debajo de las sábanas.
“Estar con una mujer que tenga una mala higiene u olor desagradable, es uno de mis temores más comunes”, nos comentó el comunicólogo de 34 años, Omar Soto.
“También es muy molesto que durante el sexo estén distraídas con otras cosas”, comentó Ricardo Sanabria, estilista de 39 años.
Asimismo, Claudia Limón, estudiante de administración de 21 años, comentó que “no contar con un lugar seguro y confiable para tener un encuentro sexual es muy estresante. Si estás en un hotel, piensas que es antihigiénico. Si lo haces en la casa de alguien, crees que alguna persona puede llegar en cualquier momento”.
Así que, como ves, no todo es felicidad y diversión a la hora de tener intimidad. Pero, cuéntanos, ¿qué es lo que más te preocupa al momento de tener relaciones sexuales? 

lunes, 20 de junio de 2016

Tener más estrés y otras 4 cosas que podrían sucederte si dejas de tener relaciones sexuales


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¿Acaso estás pensando en dejar de tener relaciones sexuales por alguna alocada razón? ¡No tan rápido! Mejor descubre primero lo que podría pasarle a tu cuerpo si dejaras de tener diversión en la intimidad. ¡Sigue leyendo!

Tener o no tener sexo podría tener grandes implicaciones en tu vida.

Estrés

Investigadores de la Universidad de Paisley, en Escocia, encontraron que las personas que se abstuvieron de tener relaciones sexuales sintieron más estrés en situaciones angustiantes, como hablar en público, en comparación con aquellos que tuvieron intimidad, al menos una vez, en un período de 15 días.

Es decir, que, al tener sexo, la gente tendría una mayor capacidad para lidiar con el estrés, de acuerdo con un estudio de 2005 publicado en la revista científica Biological Psychology. Por eso, si quieres mantenerte relajado, quizás debas tener más acción en la cama.

Riesgo de cáncer

Los hombres que dejan de tener sexo probablemente estén perdiendo la oportunidad de proteger a su próstata, ya que existe evidencia que sugiere que la frecuencia con la que un hombre eyacula podría ayudar a disminuir los riesgos de contraer cáncer en este órgano, según un estudio presentado a la Asociación Americana de Urología y publicado en marzo de 2016 en la revista científica European Urology.

Los individuos que tenían entre ocho y 12 eyaculaciones al mes habrían reducido hasta un 10% la probabilidad de contraer esta enfermedad. Y los que tenían entre 13 y 20 eyaculaciones al mes, habrían disminuido estas posibilidades en un 20%, según el portal médico Medscape.

Enfermedades

Tener menos sexo podría hacer que tu sistema inmunológico no tenga tanta capacidad para combatir las enfermedades, pues las personas que tienen uno, dos o más encuentros sexuales a la semana, tendrían hasta 30% más de inmunoglobulina A (IgA). Estos son los anticuerpos más abundantes en el cuerpo y la primera línea de defensa que el sistema inmunológico usa  para combatir a la mayoría de los patógenos invasores que entran al organismo, según un estudio de 2004 publicado en la revista científica Psychological Reports.

Problemas en la relación

Dejar de tener relaciones sexuales podría afectar tu felicidad, intimidad y la seguridad que sientes en una relación. “Llevar un matrimonio sin sexo podría ser un golpe para tu autoestima, puede generar culpa, y disminuir los niveles de oxitocina (una hormona que te haría sentir más unido a otras personas). También aumentaría el temor de que la otra pareja busque a otros para satisfacer sus necesidades sexuales, lo que causaría un poco de paranoia”, comentó el psicólogo Les Parrot en la revista de bienestar Prevention.

Inconvenientes sexuales

Las probabilidades de sufrir de disfunción eréctil podrían incrementarse si dejamos tener intimidad, de acuerdo con un estudio publicado en  2008 en la revista científica American Journal of Medicine. Y es que investigadores descubrieron que los hombres que tienen relaciones sexuales más de una vez a la semana serían menos propensos a experimentar los síntomas de la disfunción eréctil, que aquellos que no tienen tanto sexo, según la Asociación Americana de Médicos de Naturopática (AANP, por sus siglas en inglés).

Como ves, podría ser importante para el organismo tener su respectiva dosis de relaciones sexuales de vez en cuando. Así que toma en cuenta estos estudios la próxima vez que tu pareja se empiece a poner cariñosa en la cama.

Y tú, ¿ por cuánto tanto tiempo te animarías a dejar de tener relaciones sexuales?

martes, 14 de junio de 2016

El efecto ‘sorpresa’ (no la frecuencia) es la clave para disfrutar más del sexo


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El efecto ‘sorpresa’ (no la frecuencia) es la clave para disfrutar más del sexo

La intriga y la espontaneidad es la llave para que nunca se apague el deseo sexual

Para los que aún no lo tenían claro, hoy voy a intentar zanjar el tema de una vez por todas: Tener más sexo no te hace más feliz (y a tu pareja tampoco). Es más, puede llegar a producir el efecto contrario.
Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh (EE.UU), tira por tierra el dicho de que cantidad vence a calidad o de que tener más (de lo que sea) siempre es mejor.
En concreto, el trabajo, publicado en la revista The Journal of Economic Behavior & Organization, afirma que tener más relaciones sexuales nos hace más infelices.

El “aquí te pillo, aquí te mato” le hará más feliz que hacerlo por decreto ley. “A pesar de que parece plausible que el sexo podría tener efectos beneficiosos sobre la felicidad, es igualmente plausible que la felicidad afecta el sexo, o una tercera variable, como que la salud afecta a ambos”, cuenta George Leowenstein, profesor de economía y psicología en la Universidad Carnegie Mellon.
Para demostrarlo Leowenstein y su equipo reclutaron a 64 parejas voluntarias, heterosexuales y casadas de manera legal, con edades comprendidas entre los 35 y 65 años. El objetivo de averiguar cómo afecta a la felicidad a la frecuencia sexual.
El primer grupo tenía que continuar con la frecuencia semanal de sus relaciones sexuales, mientras que el segundo tenía que duplicarla.
Además, para medir el estado de ánimo de cada pareja,  se les pidió que cumplimentaran diariamente varios cuestionarios valorando sus niveles de satisfacción, placer y felicidad.

A ellos les pone que tomes la iniciativa, ¡no te cortes!
Pasados tres meses, los investigadores descubrieron que el grupo al que se le pidió que tuviera más relaciones sexuales había experimentado una disminución de la felicidad, así como de su deseo sexual y de su disfrute.
“Al contrario de lo que cabría esperar, se observó un débil impacto negativo de inducir a la gente a tener más relaciones sexuales en el estado de ánimo“.
Los expertos creen que la causa de esta ‘infelicidad’ no está relacionada tanto con la cantidad (tener que practicar más sexo) sino por el hecho de tener que hacerlo por narices. Es decir, por haber perdido esa ‘magia’, esa sensación de incertidumbre sobre lo que pasará y cuándo. Y es que cuando tenemos que hacer algo por obligación ya no nos apetece ni nos gustan tanto.
O sea que, según esta investigación, para disfrutar (de verdad) del sexo es mejor que surja de forma natural, sin programarlo.
“El deseo de tener relaciones sexuales disminuye mucho más rápidamente que el disfrute del sexo una vez que se ha iniciado, explica Tamar Krishnamurti, coautor del estudio. 
Por tanto, para que nunca se apague la chispa del deseo, los expertos aconsejan que en lugar de centrarnos tanto en el aumento de la frecuencia sexual intentando llegar o mantener los niveles del principio de una relación, “las parejas deberían esforzarse en crear un entorno estimulante que despierte su deseo y que haga que el sexo sea aún más divertido”.
Vamos que doblar la frecuencia del sexo semanal no va a hacer más feliz a tu pareja porque la disminución en la espera hace que se disfrute menos del sexo.
Por tanto, si quieres sentirte realizado sexualmente, estar satisfecho y hacer feliz a tu pareja, lo importante es concentrarse en la calidad y no la cantidad.

jueves, 19 de mayo de 2016

¿Crees que vas a ser más feliz por tener más dinero o más sexo?


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En una pareja, siempre hay uno más activo sexualmente. Es importante tenerlo en cuenta para acoplarse a los gustos y necesidades del otro.
La frustración y, en concreto, la baja ‘tolerancia a la frustración’ (como llaman los psicólogos a esa insatisfacción general que nos corroe y nos hace querer siempre más, más y más) tiene la culpa de muchos de nuestros problemas.
Y es que no es fácil comprender que nuestros deseos no siempre serán satisfechos, lo cual hace que en ocasiones (unos más que otros) reaccionemos francamente mal ante situaciones que la mayoría de las personas deberíamos ser capaces de resolver.
Así que si viniera el genio de la lámpara a concedernos tres deseos, la mayoría le pediríamos tener “salud, dinero y amor”, por este orden. Pero tengo algo importante que decirte al respecto, en este caso, el orden de los factores sí que altera el producto.
Aunque ayuda, el dinero no nos da la felicidad. Y nunca deberíamos poner al ’maldito parné’ por delante de nuestras relaciones. Ni marcarnos como objetivo vital ser millonario antes de los 30. Son precisamente este tipo de estereotipos los que no llevan a ser unos completos desgraciados.
Fíjate bien, según una investigación publicada en la revista Social Psychological and Personality Science, que analiza los beneficios del sexo y del dinero en nuestra vida, el primero nos aporta más felicidad.

No obstante los autores, de la Universidad de Toronto-Mississauga (Canadá), aseguran que ni el sexo ni el dinero tienen beneficios ilimitados para nuestro bienestar.
Para demostrarlo se realizaron tres estudios diferentes con encuestas realizadas a más de 30.000 personas durante más de 40 años. Primero se analizaron las respuestas sobre el cuestionario realizado por la Universidad de Chicago acerca de la frecuencia sexual y el nivel de felicidad general de 11.285 hombres y 14.225 mujeres entre 1989 y 2012; un cuestionario que se repitió cada 2 años hasta la finalización del estudio.
Los resultados indicaron que mantener relaciones sexuales una vez a la semana de promedio representaba el número mágico de la felicidad, y que un mayor número de encuentros sexuales no incrementaba el nivel de felicidad de los participantes.
“Aunque el sexo con más frecuencia se asocia a una mayor felicidad, nuestros hallazgos sugieren que es importante mantener una relación íntima con la pareja, pero sin necesidad de tener relaciones sexuales todos los días”, explicó Amy Muise, líder del estudio.
El segundo estudio se basó en una encuesta a 2.400 parejas casadas y el cuestionario se repitió cada 2 años durante 14 años. La evaluación de las respuestas expuso de nuevo que las parejas se encontraban más satisfechas con sus relaciones con una sola práctica sexual por semana; menos aportaba infelicidad/estrés y más no contribuía a más felicidad.

Las mujeres sienten más atracción sexual hacia sus maridos cuando las ayudan.
En el tercer estudio, se realizó una encuesta online sobre los ingresos anuales de 138 hombres y 197 mujeres con pareja estable que practicaban sexo una vez a la semana de media.
Los resultados descubrieron que existía una gran diferencia en los niveles de felicidad entre los que tenían unos ingresos de 15.000-25.000 dólares al año en comparación con aquellos que ganaban 50.000-75.000 dólares anuales y las estadísticas de felicidad respecto a la frecuencia sexual. Esto es, los resultados mostraban que el sexo estaba más fuertemente ligado a la felicidad que el dinero.
“La gente suele pensar que cuanto más dinero y más sexo, más felicidad, pero esto sólo es cierto hasta cierto punto”, aclaró Muise.
Lo cierto es que medir la felicidad es imposible tanto como encontrar la receta para llevar una vida plena, pero lo que sí sabemos a ciencia cierta es que hay cosas que ayudan. Y es muy curioso. Como muestra, te traigo dos ejemplos:
Tener un buen trabajo es importarte para ambos sexo, pero histórica y culturalmente, el empleo es una importante fuente de felicidad para los hombres. Sin embargo, ¿sabes qué es lo que (supuestamente) hace felices a los hombres?

Un estudio realizado por la Universidad de Cambridge asegura que la dicha masculina no radica en el sexo ni en el fútbol, sino en ayudar en las tareas del hogar.
Al parecer lavar los platos, barrer el suelo o ir al supermercado serían algunas de las actividades que ayudarían a los hombres a sentirse más plenos y realizados con sus vidas.
Según los investigadores, parte de esa felicidad que emana de las tareas hogareñas proviene del alivio de conciencia. Es decir, que ellos se siente mejor ‘ayudando’ (¡ay, qué palabrita!) a su pareja en el trabajo cotidiano. De este modo, dicen los autores, se sienten mejor consigo mismos y surgen menos conflictos en su vida. Pero más que ayudar, se trata de ‘compartir’ responsabilidades, ¿verdad chicas? Pequeño matiz léxico.

Se sentirá realizado si te ríes con él porque ha cumplido su misión: verte feliz.
En cuanto a las mujeres, un dato sorprendente extraído de un estudio realizado en Harvard: ellas son más felices si sus parejas están ‘molestas o enojadas’ ya que esto demuestra lo “fuerte” que es su relación.
Es decir, que mientras que los hombres se encuentran satisfechos cuando su pareja comparte su felicidad, las mujeres prefieren que ellos estén frustrados.

¿Esto tiene algún sentido? Al parecer sí.  Porque los hombres siempre han asumido el papel de ‘solucionadores’. Pero cuando un hombre comparte sus sentimientos negativos con su compañera, esta interpreta su iniciativa como una señal positiva para la relación porque lo perciben como un indicativo de que confían en su habilidad para solucionar el conflicto.
Ahora se entiende mejor, ¿no? En cambio ellos entienden exactamente lo contrario, cuando sus parejas comparten sentimientos negativos lo ven como una amenaza a la relación.
¡Ay! Si es que para gustos, los colores. Quedaros con lo que os sirva de este post, pero yo ya os lo dije al principio: las expresiones de amor y cariño nunca sobran, y el dinero es una fuente de problemas. ¡A pasarlo 

martes, 3 de mayo de 2016

10 consejos para masturbar a tu chico


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Podríamos preguntarnos: ¿por qué ofrecerle lo que sabe darse a si mismo? Al fin y al cabo, tu chico se conoce y sabe darse placer a sí mismo para alcanzar el famoso clímax. Pero es que tu prestación será simplemente diferente. "Confiarte su sexo le lleva a perder el control y a cambiar sus costumbres, lo que le ofrece a nuevas sensaciones" responde Nathalie Giraud-Desforges, sexoterapeuta. Para llevarle por el camino del placer, se recomienda seguir algunos pasos. Nuestros especialistas te guían y añaden un consejo: ¡sorpréndele!

1. Agarra su pene. Busca una postura cómoda. Luego, sujeta con firmeza su pene desde la base.

2. Con la otra mano haz un anillo con el pulgar y el índice. Rodea su pene, justo por debajo de la corona del glande, alrededor del frenillo.

3. Partiendo del borde de la corona, acaríciale bajando hasta la base y luego vuelve a subir. Al principio haz lentos movimientos de vaivén. 

4. Alterna esta larga caricia con caricias más pequeñas alrededor del frenillo solamente.

5. Es el momento para utilizar el lubricante. Basta con echar un poco en tus manos, frotarlas y retomar allí donde te habías quedado. "Si eliges lubricantes con base de agua, guarda el tubo al alcance de la mano, porque se seca bastante rápido... Los que son de base de silicona duran más tiempo" aseguran de manera unánime nuestros especialistas. 

6. Dale largas caricias que vayan desde la base del pene hasta la punta del glande.

7. Alterna los vaivenes. "Puedes aumentar la velocidad, cuando relajes la mano y disminuirla cuando le aprietes con más fuerza" añade Ian Kerner. La excitación tiene que ver con la presión y la fricción. 

8. Junta las manos bien lubricadas alrededor del pene y frótalas como si quisieras calentarlas. 

9. ¡Dirección, el perineo! Los hombres no lo tienen demasiado en cuenta durante la masturbación y sin embargo... "Es una clave del placer, esta zona está en contacto directo con la próstata" explica Nathalie Giraud-Desforges. La técnica que funciona e masajeando esta zona con los dos dedos. Si ejerces una fuerte presión con el pulgar plano en esta zona, el sexo se pone recto. Este punto acentúa la erección.

10. ¡Ofrécele un bonus! "El pimentero, una técnica taoísta con unas virtudes conocidas" precisa Natalie Giraud-Desforges. ¿Cómo se hace? Pon el pulgar y el índice de una mano en la base del sexo para sujetarlo bien. La otra alrededor del glande. Gira presionando suavemente, como lo harías con un pimentero. Los dos dedos están unidos con el frenillo para aumentar las sensaciones. La clave radica en la regularidad del movimiento y la variación de las presiones. La ventaja es que se consigue un placer diferente que no se pueden dar ellos mismos.

viernes, 29 de abril de 2016

¿Y si los hombres se hicieran el test de embarazo?

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Podría servir para detectar problemas de salud masculinos

Lo que te voy a contar a continuación es el resultado de un episodio real que ocurrió en el año 2012 cuando un hombre británico encontró por casualidad una prueba de embarazo en el baño; a su ex novia se le olvidó allí.
Ante una ruptura todos pasamos por momentos de enajenación mental, así que al ver el dispositivo el protagonista de esta historia pensó que sería gracioso hacerse el test.
La sorpresa fue mayúscula cuando instantes después la prueba arrojó un resultado inesperado: un positivo como una casa.
Aunque se quedó descolocado, momentos después decidió compartir la anécdota, hizo una foto al test y colgó la imagen en Reddit. A los tres días tenía cerca de 1.300 respuestas, muchas de desconocidos, que le recomendaban que acudiera al médico.

La mayoría de los hombres no son conscientes de la elevada incidencia del cáncer testicular y otros problemas que se originan en el saco del escroto.
Al principio no hizo caso pero los mensajes no cesaban, y el que más se repetía era este: “¡Puedes tener cáncer testicular! Ve a un oncólogo y dile que te has hecho una prueba de embarazo y que salió positiva”.
Cuando acudió al médico le confirmaron que, obviamente, no se encontraba ‘en estado’; pero la bromita del test al final sirvió para algo, le detectaron un cáncer de testículos.
La explicación es sencilla: el test de embarazo no dice simplemente “bebé sí” o “bebé no”, sino que detecta el aumento de la hormona gonadotropina coriónica humana llamada beta-HCG.
Esta sustancia fisológica se produce en las primeras fases del embarazo por el embrión y, posteriormente, por una parte de la placenta llamada sinciciotrofoblasto.

El cáncer testicular se cura,si se detecta a tiempo. No te saltes las visitas al urólogo.
Pero también se produce, en pequeñas cantidades, en el organismo masculino con la función de estimular el desarrollo de los testículos.
Y algunos tipos de tumores provocan un aumento de la producción de la hormona beta-HCG, entre ellos una de las diversas variedades de cáncer testicular.
Por eso, si un hombre se somete a un test de embarazo y da positivo, eso significa que tiene unos niveles anómalos de dicha hormona, lo que podría ser un indicio de un posible cáncer testicular.
De todas formas, no es el medio adecuado para descubrirlo,¿no crees? Los test de embarazo no se inventaron con ese fin y aparte, no son nada baratos.
Hay otras maneras de descubrirlo, el primer signo de cáncer en el testículo es la presencia de una masa indolora. Por eso, se recomienda que los hombres se realicen un auto-examen mensual para descartar posibles alteraciones.

sábado, 16 de abril de 2016

5 MOTIVOS QUE LLEVAN A LA INFIDILIDAD (como evitarlos)


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La infidelidad tal vez sea el enemigo más temido de las parejas. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué sucede? ¿Qué motivos nos llevan a engañar? Checa cinco factores que podrían tener como consecuencia una infidelidad, y qué puedes hacer al respecto.

¿Será posible evitar la infidelidad? -
Falta de individualidad. En este caso, los miembros de la pareja suelen sentirse sofocados en la relación, tal como nos explicó Jeanette Raymond, psicóloga, psicoterapeuta y experta en relaciones. Ser infieles puede darles la sensación de que rompen las reglas y logran ser independientes, sin perder los beneficios de estar juntos.
¿Qué hacer? Aliéntense el uno al otro a tener hobbies y amistades por fuera de la relación. “Véanlos como elementos que ayudan a que el matrimonio crezca. Cuando permitimos que nuestra pareja sea ella misma, es más probable que esté disponible emocionalmente para nosotros”, sugirió la experta.
Problemas de comunicación. Por ejemplo, volviendo al caso anterior, uno de los dos no sabe que el otro se siente sofocado y necesita libertad, dijo Raymond. “A veces pareciera que hablar es una amenaza a la estabilidad de la pareja. Así, ser infiel fuerza la discusión y ayuda a reconstruir la relación o la destruye”, indicó la experta.
¿Qué hacer? “Hablen de sus sueños, fantasías y deseos con curiosidad e interés, no como algo que puede arruinar el matrimonio. Muéstrale a tu pareja que quieres que se sienta satisfecha”, recomendó Raymond.
Necesidad de sentirse deseado. ¿Quién no quiere que lo adoren y malcríen? Una infidelidad puede ofrecer esa oportunidad, sin necesidad de modificar nada en la pareja.
¿Qué hacer? Muéstrale a tu pareja que disfrutas de su compañía, de su humor y de sus excentricidades. Concéntrate en las características que despiertan tu amor. “Saber que nuestro ser amado quiere estar con nosotros de la forma en que somos, que nos acepta así, es un afrodisíaco más grande que una cena de lujo”, indicó la experta.
Necesidad de tener el control. Según Raymond, para algunas personas, sobre todo las mujeres, es muy importante sentir que están a cargo. Esto puede provenir de sentimientos de inseguridad y de la necesidad de protegerse del abandono o del rechazo. “Muchas veces, se engaña por la satisfacción de tomar las decisiones y de no tener que ocuparse de otra persona durante el affair”, dijo la psicóloga.
¿Qué hacer? Hablar con la pareja sobre el miedo a no ser suficientemente buena, a sufrir abuso emocional y otras problemáticas, es un paso esencial, según la experta. “Pero es difícil hacer eso de la nada, así que ir a terapia para trabajar sobre esa necesidad de tener el control es un buen comienzo. Luego, pueden acudir a terapia de pareja para que la relación sea más equitativa”, sugirió Raymond.
Surge la oportunidad. ¡Así de simple! Hay ciertas situaciones, como un viaje de negocios, que pueden propiciar la infidelidad. Después de todo, estás por tu cuenta, probablemente bebiendo alcohol y con menos inhibiciones, según explicó Jim Walkup, terapeuta de parejas, en el sitio YourTango.
¿Qué hacer? “Hagan de la fidelidad un asunto importante. Hablen sobre el tema y explícale a tu pareja qué significaría para ti que te engañara. Si se encuentran lejos, además, intenten mantenerse en contacto y llamarse aunque sea tarde por la noche”, recomendó el experto.

Y tú, ¿cuál crees que es el mayor factor que lleva a la infidelidad? Cuéntanos