-
-
-
En
una pareja, siempre hay uno más activo sexualmente. Es importante tenerlo en
cuenta para acoplarse a los gustos y necesidades del otro.
La
frustración y, en concreto, la baja ‘tolerancia a la frustración’ (como llaman
los psicólogos a esa insatisfacción general que nos corroe y nos hace querer
siempre más, más y más) tiene la culpa de muchos de nuestros problemas.
Y
es que no es fácil comprender que nuestros deseos no siempre serán satisfechos,
lo cual hace que en ocasiones (unos más que otros) reaccionemos francamente mal
ante situaciones que la mayoría de las personas deberíamos ser capaces de
resolver.
Así
que si viniera el genio de la lámpara a concedernos tres deseos, la mayoría le
pediríamos tener “salud, dinero y amor”, por este orden. Pero tengo algo
importante que decirte al respecto, en este caso, el orden de los factores sí
que altera el producto.
Aunque
ayuda, el dinero no nos da la felicidad. Y nunca deberíamos poner al ’maldito
parné’ por delante de nuestras relaciones. Ni marcarnos como objetivo vital ser
millonario antes de los 30. Son precisamente este tipo de estereotipos los que
no llevan a ser unos completos desgraciados.
Fíjate
bien, según una investigación publicada en la revista Social Psychological and
Personality Science, que analiza los beneficios del sexo y del dinero en
nuestra vida, el primero nos aporta más felicidad.
No
obstante los autores, de la Universidad de Toronto-Mississauga (Canadá),
aseguran que ni el sexo ni el dinero tienen beneficios ilimitados para nuestro
bienestar.
Para
demostrarlo se realizaron tres estudios diferentes con encuestas realizadas a
más de 30.000 personas durante más de 40 años. Primero se analizaron las
respuestas sobre el cuestionario realizado por la Universidad de Chicago acerca
de la frecuencia sexual y el nivel de felicidad general de 11.285 hombres y
14.225 mujeres entre 1989 y 2012; un cuestionario que se repitió cada 2 años
hasta la finalización del estudio.
Los
resultados indicaron que mantener relaciones sexuales una vez a la semana de
promedio representaba el número mágico de la felicidad, y que un mayor número
de encuentros sexuales no incrementaba el nivel de felicidad de los
participantes.
“Aunque
el sexo con más frecuencia se asocia a una mayor felicidad, nuestros hallazgos
sugieren que es importante mantener una relación íntima con la pareja, pero sin
necesidad de tener relaciones sexuales todos los días”, explicó Amy Muise,
líder del estudio.
El
segundo estudio se basó en una encuesta a 2.400 parejas casadas y el
cuestionario se repitió cada 2 años durante 14 años. La evaluación de las
respuestas expuso de nuevo que las parejas se encontraban más satisfechas con
sus relaciones con una sola práctica sexual por semana; menos aportaba
infelicidad/estrés y más no contribuía a más felicidad.
Las
mujeres sienten más atracción sexual hacia sus maridos cuando las ayudan.
En
el tercer estudio, se realizó una encuesta online sobre los ingresos anuales de
138 hombres y 197 mujeres con pareja estable que practicaban sexo una vez a la
semana de media.
Los
resultados descubrieron que existía una gran diferencia en los niveles de
felicidad entre los que tenían unos ingresos de 15.000-25.000 dólares al año en
comparación con aquellos que ganaban 50.000-75.000 dólares anuales y las
estadísticas de felicidad respecto a la frecuencia sexual. Esto es, los
resultados mostraban que el sexo estaba más fuertemente ligado a la felicidad
que el dinero.
“La
gente suele pensar que cuanto más dinero y más sexo, más felicidad, pero esto
sólo es cierto hasta cierto punto”, aclaró Muise.
Lo
cierto es que medir la felicidad es imposible tanto como encontrar la receta
para llevar una vida plena, pero lo que sí sabemos a ciencia cierta es que hay
cosas que ayudan. Y es muy curioso. Como muestra, te traigo dos ejemplos:
Tener
un buen trabajo es importarte para ambos sexo, pero histórica y culturalmente,
el empleo es una importante fuente de felicidad para los hombres. Sin embargo,
¿sabes qué es lo que (supuestamente) hace felices a los hombres?
Un
estudio realizado por la Universidad de Cambridge asegura que la dicha
masculina no radica en el sexo ni en el fútbol, sino en ayudar en las tareas
del hogar.
Al
parecer lavar los platos, barrer el suelo o ir al supermercado serían algunas
de las actividades que ayudarían a los hombres a sentirse más plenos y
realizados con sus vidas.
Según
los investigadores, parte de esa felicidad que emana de las tareas hogareñas
proviene del alivio de conciencia. Es decir, que ellos se siente mejor
‘ayudando’ (¡ay, qué palabrita!) a su pareja en el trabajo cotidiano. De este
modo, dicen los autores, se sienten mejor consigo mismos y surgen menos
conflictos en su vida. Pero más que ayudar, se trata de ‘compartir’
responsabilidades, ¿verdad chicas? Pequeño matiz léxico.
Se
sentirá realizado si te ríes con él porque ha cumplido su misión: verte feliz.
En
cuanto a las mujeres, un dato sorprendente extraído de un estudio realizado en
Harvard: ellas son más felices si sus parejas están ‘molestas o enojadas’ ya
que esto demuestra lo “fuerte” que es su relación.
Es
decir, que mientras que los hombres se encuentran satisfechos cuando su pareja
comparte su felicidad, las mujeres prefieren que ellos estén frustrados.
¿Esto
tiene algún sentido? Al parecer sí.
Porque los hombres siempre han asumido el papel de ‘solucionadores’.
Pero cuando un hombre comparte sus sentimientos negativos con su compañera,
esta interpreta su iniciativa como una señal positiva para la relación porque
lo perciben como un indicativo de que confían en su habilidad para solucionar
el conflicto.
Ahora
se entiende mejor, ¿no? En cambio ellos entienden exactamente lo contrario,
cuando sus parejas comparten sentimientos negativos lo ven como una amenaza a
la relación.
¡Ay! Si es que para
gustos, los colores. Quedaros con lo que os sirva de este post, pero yo ya os
lo dije al principio: las expresiones de amor y cariño nunca sobran, y el
dinero es una fuente de problemas. ¡A pasarlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario