lunes, 20 de junio de 2016

Tener más estrés y otras 4 cosas que podrían sucederte si dejas de tener relaciones sexuales


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¿Acaso estás pensando en dejar de tener relaciones sexuales por alguna alocada razón? ¡No tan rápido! Mejor descubre primero lo que podría pasarle a tu cuerpo si dejaras de tener diversión en la intimidad. ¡Sigue leyendo!

Tener o no tener sexo podría tener grandes implicaciones en tu vida.

Estrés

Investigadores de la Universidad de Paisley, en Escocia, encontraron que las personas que se abstuvieron de tener relaciones sexuales sintieron más estrés en situaciones angustiantes, como hablar en público, en comparación con aquellos que tuvieron intimidad, al menos una vez, en un período de 15 días.

Es decir, que, al tener sexo, la gente tendría una mayor capacidad para lidiar con el estrés, de acuerdo con un estudio de 2005 publicado en la revista científica Biological Psychology. Por eso, si quieres mantenerte relajado, quizás debas tener más acción en la cama.

Riesgo de cáncer

Los hombres que dejan de tener sexo probablemente estén perdiendo la oportunidad de proteger a su próstata, ya que existe evidencia que sugiere que la frecuencia con la que un hombre eyacula podría ayudar a disminuir los riesgos de contraer cáncer en este órgano, según un estudio presentado a la Asociación Americana de Urología y publicado en marzo de 2016 en la revista científica European Urology.

Los individuos que tenían entre ocho y 12 eyaculaciones al mes habrían reducido hasta un 10% la probabilidad de contraer esta enfermedad. Y los que tenían entre 13 y 20 eyaculaciones al mes, habrían disminuido estas posibilidades en un 20%, según el portal médico Medscape.

Enfermedades

Tener menos sexo podría hacer que tu sistema inmunológico no tenga tanta capacidad para combatir las enfermedades, pues las personas que tienen uno, dos o más encuentros sexuales a la semana, tendrían hasta 30% más de inmunoglobulina A (IgA). Estos son los anticuerpos más abundantes en el cuerpo y la primera línea de defensa que el sistema inmunológico usa  para combatir a la mayoría de los patógenos invasores que entran al organismo, según un estudio de 2004 publicado en la revista científica Psychological Reports.

Problemas en la relación

Dejar de tener relaciones sexuales podría afectar tu felicidad, intimidad y la seguridad que sientes en una relación. “Llevar un matrimonio sin sexo podría ser un golpe para tu autoestima, puede generar culpa, y disminuir los niveles de oxitocina (una hormona que te haría sentir más unido a otras personas). También aumentaría el temor de que la otra pareja busque a otros para satisfacer sus necesidades sexuales, lo que causaría un poco de paranoia”, comentó el psicólogo Les Parrot en la revista de bienestar Prevention.

Inconvenientes sexuales

Las probabilidades de sufrir de disfunción eréctil podrían incrementarse si dejamos tener intimidad, de acuerdo con un estudio publicado en  2008 en la revista científica American Journal of Medicine. Y es que investigadores descubrieron que los hombres que tienen relaciones sexuales más de una vez a la semana serían menos propensos a experimentar los síntomas de la disfunción eréctil, que aquellos que no tienen tanto sexo, según la Asociación Americana de Médicos de Naturopática (AANP, por sus siglas en inglés).

Como ves, podría ser importante para el organismo tener su respectiva dosis de relaciones sexuales de vez en cuando. Así que toma en cuenta estos estudios la próxima vez que tu pareja se empiece a poner cariñosa en la cama.

Y tú, ¿ por cuánto tanto tiempo te animarías a dejar de tener relaciones sexuales?

martes, 14 de junio de 2016

El efecto ‘sorpresa’ (no la frecuencia) es la clave para disfrutar más del sexo


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El efecto ‘sorpresa’ (no la frecuencia) es la clave para disfrutar más del sexo

La intriga y la espontaneidad es la llave para que nunca se apague el deseo sexual

Para los que aún no lo tenían claro, hoy voy a intentar zanjar el tema de una vez por todas: Tener más sexo no te hace más feliz (y a tu pareja tampoco). Es más, puede llegar a producir el efecto contrario.
Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh (EE.UU), tira por tierra el dicho de que cantidad vence a calidad o de que tener más (de lo que sea) siempre es mejor.
En concreto, el trabajo, publicado en la revista The Journal of Economic Behavior & Organization, afirma que tener más relaciones sexuales nos hace más infelices.

El “aquí te pillo, aquí te mato” le hará más feliz que hacerlo por decreto ley. “A pesar de que parece plausible que el sexo podría tener efectos beneficiosos sobre la felicidad, es igualmente plausible que la felicidad afecta el sexo, o una tercera variable, como que la salud afecta a ambos”, cuenta George Leowenstein, profesor de economía y psicología en la Universidad Carnegie Mellon.
Para demostrarlo Leowenstein y su equipo reclutaron a 64 parejas voluntarias, heterosexuales y casadas de manera legal, con edades comprendidas entre los 35 y 65 años. El objetivo de averiguar cómo afecta a la felicidad a la frecuencia sexual.
El primer grupo tenía que continuar con la frecuencia semanal de sus relaciones sexuales, mientras que el segundo tenía que duplicarla.
Además, para medir el estado de ánimo de cada pareja,  se les pidió que cumplimentaran diariamente varios cuestionarios valorando sus niveles de satisfacción, placer y felicidad.

A ellos les pone que tomes la iniciativa, ¡no te cortes!
Pasados tres meses, los investigadores descubrieron que el grupo al que se le pidió que tuviera más relaciones sexuales había experimentado una disminución de la felicidad, así como de su deseo sexual y de su disfrute.
“Al contrario de lo que cabría esperar, se observó un débil impacto negativo de inducir a la gente a tener más relaciones sexuales en el estado de ánimo“.
Los expertos creen que la causa de esta ‘infelicidad’ no está relacionada tanto con la cantidad (tener que practicar más sexo) sino por el hecho de tener que hacerlo por narices. Es decir, por haber perdido esa ‘magia’, esa sensación de incertidumbre sobre lo que pasará y cuándo. Y es que cuando tenemos que hacer algo por obligación ya no nos apetece ni nos gustan tanto.
O sea que, según esta investigación, para disfrutar (de verdad) del sexo es mejor que surja de forma natural, sin programarlo.
“El deseo de tener relaciones sexuales disminuye mucho más rápidamente que el disfrute del sexo una vez que se ha iniciado, explica Tamar Krishnamurti, coautor del estudio. 
Por tanto, para que nunca se apague la chispa del deseo, los expertos aconsejan que en lugar de centrarnos tanto en el aumento de la frecuencia sexual intentando llegar o mantener los niveles del principio de una relación, “las parejas deberían esforzarse en crear un entorno estimulante que despierte su deseo y que haga que el sexo sea aún más divertido”.
Vamos que doblar la frecuencia del sexo semanal no va a hacer más feliz a tu pareja porque la disminución en la espera hace que se disfrute menos del sexo.
Por tanto, si quieres sentirte realizado sexualmente, estar satisfecho y hacer feliz a tu pareja, lo importante es concentrarse en la calidad y no la cantidad.